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El impresionante exoesqueleto para los soldados del futuro


Los especialistas estudian la posibilidad de utilizar músculos sintéticos para el flamante material militar.


El exoesqueleto de titanio para el equipo avanzado del soldado ruso Rátnik ya es una realidad. Solo faltan producir los electromotores necesarios para un material de tal potencia. Lo ha revelado a TASS Dmitri Semizórov, director general del Instituto ruso de investigación científica central de construcción de máquinas de precisión, que elabora el equipamiento táctico militar.
"Tenemos un prototipo de exoesqueleto, hemos creado una construcción de titanio muy compleja, muy dura, pero muy ligera", afirmó Semizórov. El exoesqueleto todavía no cuenta con motores, pero sí con los elementos donde habrán de ser colocados, añadió.
El papel principal del exoesqueleto en el equipamiento del 'soldado del futuro' es incrementar su fuerza, velocidad y resistencia, así como la capacidad de usar su arma personal con una solo mano.

Músculos sintéticos para un exoesqueleto reforzado

Hasta el momento en Rusia no se han producido electromotores, pero se está trabajando en ello, adelantó el director general del centro de ingeniería de precisión ruso.
Los especialistas estudian la posibilidad de usar como motores para el exoesqueleto músculos sintéticos, que son materiales que se contraen con la acción de la electricidad. Pero actualmente los sistemas de propulsión de este tipo son mucho más caros que los electromotores.
"Las tareas para la creación de músculos sintéticos están en marcha y sabemos cómo manejarlos", afirmó Semizórov.

Sin fuente de energía

Otro problema es que es el acumulador compacto que se requiere tanto para electromotores como para los músculos sintéticos todavía no existe en ningún país del mundo. "Por eso, en general, los militares aún no consideran el uso de exoesqueletos en combate. Esperan ahora buenas propuestas de diseñadores y productores", explicó Semizórov.
Es preciso que con el acumulador el exoesqueleto sea capaz de funcionar durante un período no inferior al del funcionamiento del sistema de armamento, el cual, por su parte, debe operar sin ser apagado al menos 24 horas y con una fuente de energía adicional tres días.

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