El Ejército estadounidense comenzará en cinco años a probar un vehículo de combate robótico con la potencia de fuego de un tanque Abrams M-1.
Vehículos de combate no tripulados tan ligeros y rápidos como un vehículo de apoyo de fuego Stryker, pero con el mismo nivel de potencia de fuego que un tanque Abrams M-1, serán probados por el Ejército estadounidense, señaló el mayor Alan L. Stephens, citado por el portal DefenceTalk.
Stephens, oficial del Cuerpo de Adquisiciones del Ejército
de EE.UU., precisó que el Ejército cree que puede desplegar más rápidamente un
número limitado de vehículos de este tipo y, lo que es más importante, que los
resultados de esa prueba podrían ayudar a formular los requisitos para el
programa del Vehículo de Combate de Próxima Generación, cuya finalización está
prevista para 2035.
Según explicó, un documento de análisis de las capacidades
del vehículo de combate robótico podría ser redactado en 2022.
Las ventajas del vehículo de combate por control remoto
Los militares estadounidenses estiman que los vehículos
robóticos de combate tendrán varias ventajas sobre los Abrams, los principales
tanques de combate del Ejército de EE.UU.
Por un lado, dado que los RCV [según sus siglas en inglés]
no irán tripulados, podrían ir por delante de los tripulados para explorar el
área, navegar a través de los sectores más peligrosos del campo de batalla y
enfrentarse al enemigo, mientras que los vehículos con tripulación los
seguirían y controlarían.
Según Stephens en un futuro se lograría una proporción entre
vehículos de combate tripulados y robóticos de 1 a 4.
Además, explicó que el término "no tripulado"
implica diferentes niveles de autonomía. En el nivel más bajo, por ejemplo, un
vehículo podría no tener personal dentro, pero sería controlado por radio. Al
nivel más alto, un vehículo podría ser completamente autónomo, requiriendo
inteligencia artificial y redes neuronales, algo que aún no se puede lograr, si
bien este objetivo es viable.
Otra ventaja de los RCV sobre los Abrams es que serán más
ligeros y más maniobrables. Ello significa que serán más rápidos y podrían ser
transportados por aire.
El no llevar tripulación liberará mucho espacio en los RCV
para instalar sistemas antiincendios directos e indirectos, junto con un
conjunto completo de sensores y vehículos aéreos no tripulados, así como los
sistemas de su control.
Stephens dijo que incluso hay discusiones acerca de crear
agrupaciones de vehículos aéreos no tripulados con los vehículos militares no
tripulados, para proporcionar mayor vigilancia y misiones de reconocimiento más
allá del horizonte.
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